En una playa cualquiera,
sentado al pie de una palmera.
Enterrados los pies en la arena,
ahogaste amargamente tu pena.
Humedecido tu semblante,
no acertabas a ver
lo que te esperaba delante.
En tu afán de explorar
nuevos horizontes,
despreciaste al puerto
que te ofreció abrigo.
Era el único
que quería anclarse contigo.
Pero tú ! soberbio,
díscolo y pendenciero
le dijiste:
¡ me voy,
ya no te quiero !,
¡ Sigo mi camino,
aqui no me quedo !.
¡ Hoy !
solo y abatido,
sentado al pie de un palmera
en una playa cualquiera.
Enterrados los pies en la arena,
trazas distraidamente
el nombre
de aquel puerto,
que se te entregó
amorasamente.
Mientras tú !,
corrias y recorrias
en pos de otros
lugares
tan alegremente.
Te levantas!
y dejando
tus solitarias
huellas atrás.
Continuas
con tu sombra
como sola
compañia.
Autora: Juani Falcón
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